El tiempo de los flojos


Los titulares de las secciones de economía, de opinión y a veces incluso las primeras planas de los diversos periódicos nacionales hablan del más terrible-de-los-horribles-espantosos-que-nadie-quiere-fuchi-guacala-año-en-la-historia. Yo a esos autores les llamo flojos, o a sus opiniones. Una cosa es ser realista y proyectar los retrasos económicos y de mercado que vive el mundo. Lo que pueda ser para este recién estrenado 2009. Otra es ser pesimista. No verle salida a los problemas que enfrentamos como sociedad. Ser crítico a punta de pistola sale bien, la buena crítica lleva sugerencias para el optimista. Y la tercera, que es la yo leo en la mayoría de los periódicos, se llama simplemente hueva. De nada sirve la poca inspiración de sus títulos, no le veo reflexión ni crítica (constructiva o de mala caña). Tampoco veo proyecciones que valga la pena tomar en cuenta. Sólo veo excusas de cómo nos va a seguir llevando la trastada. Cómo por culpa de algunos, o muchos, o el sistema, no hay futuro. No hay que ni intentarlo. Mi amiga M. le llama la Merry Crisis-más. Al menos ahí hay humor.

Yo veo un año lleno de oportunidades, como siempre. Como cada año. Veo una pequeña puerta de posibilidad. De cambio. Proyecto y nuevos esquemas, tanto personales, como profesionales, como sociales. No nos queda de otra. Esa es la verdadera tarea de Obama, el nuevo presidente del mundo: lograr proteger el capitalismo neoliberal al punto de reinventarlo. Tiene que ser de manera tan creativa que logre salir de esta. Como las cosas no funcionan sólo por casualidad, parece ser pues. Entonces estamos en el momento de reinventarnos todos. Como personas. Como individuos. Como sociedad. Sacar proyectos que no funcionan y botarlos con optimismo. Pensando que lo que sacamos de ellos fue bueno. Desempolvar viejas ideas que nunca vimos realistas. Para mí, este año es y debe ser un año de reinversión ingeniosa y creativa. ¿Qué hay que trabajarle mucho más? Sin duda. ¿Más que en el pasado? Pues a darle. Pero eso nos toca a los que aunque sabemos que será un año duro, por todo lo que pueda o no ser, sabemos que salida hay. Para los guerrilleros de la postmodernidad, el 2009 es el punto-tiempo que nos tocó vivir y con la que realizaremos nuestros sueños. No de manera conformista. No alojados en el, pues ni modo. Aferrados en el qué queremos. En el cómo lo vemos, o imaginamos. Echando a correr a la rata.

No nos dejemos vencer por los malos augurios que nos presentan los titulares y los espertos (estos son con "s" de "según"). Mejor definamos nuestra era por lo sueños que pensamos nos harán felices. A nosotros y a los que nos siguen. Lo que hará durar nuestra escencia. Nuestra Tierra. Nuestra tierra.


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