En la Condena

Ánimo alguno para escribir no tenía hace algunas semanas; ¡estoy de vuelta y renovado!
En realidad no hay necesidad alguna de spas, masajes, vacaciones idílicas o sueños intensos (creo que Morfeo ya ha de tener los brazos cansados). Tampoco hubo necesidad de gimnasios (después de la repentina muerte de dos jóvenes uno del equipo de Zambia y otro del Sevilla en pleno entrenamiento, qué ganas de regresar a hacer ejercicios) ni de escapados locas por La Condena (la colonia en la que habito día y noche).

Hay varios eventos en el Defectuoso en las próximas semanas que valen harto la pena. De entrada están las mesas de trabajo llamadas “Seguridad en Democracia” el próximo 4 y 5 de septiembre en el Hotel Fiesta Americana Reforma (se necesita invitación) con Camacho Solís, Denise Dresser, José Woldenberg, Sara Sefchovich, entre tantas otras personalidades. Parece que es el tema de moda -la seguridad- en México…

Seguridad nacional, drogas y narcotráfico, trata de blancas, armas, la última decisión del congreso norteamericano para incrementar las dificultades para los inmigrantes mexicanos –legales e ilegales- con ello (evidentemente) las faltas a los derechos humanos (¿los qué?), ¿seguridad en la comunicación? (¿no les suena algún acuerdo en el marco del TLCAN que firmó apenas hace algunos días FeCal en Canadá con Bush y Harper para que el gobierno gringo pueda escuchar llamadas telefónicas de TODO tipo?), seguridad corporativa, reformas al estado mexicano y reformas hacendarias entre tantos otros temas hot

También, pa’ los pocos cerebros que quedan en el país (pues los demás están en gringolandia o en Australia –nos queda claro que España es sólo el lugar de moda par los nuevos ricos mexicanos y los que se sienten cool) está la mega World Grad School Tour, pa los interesados en maestrías, doctoras y post-doctorados vaya…

Es inaudito que en el México de hoy la generalidad de la población sean aquellos que prefieren discutir partidos de fútbol sobre la reforma del estado, los que prefieren andar en el ligue que leer el periódico y demandar los derechos merecidos por la ciudadanía. Tengo que admitir, estoy a escasos meses de auto-exiliarme del país, es imposible seguir aquí y tener una vida digna. Sin embargo, en lo que algunos se arrebatan tortillas, ¿porqué no luchamos por la poca sobriedad que nos queda los que podemos? ¿Qué pasa en México que sólo quedan apaticos y conformistas?

Para los que aún se dignan a leerme, sigo esperando idea y comentarios con respecto a qué hacer con 10 MIL ECHEVERIAS; ¿alguien dijo yo?

No leer

Hace tiempo que no sentía tanta felicidad. Gracias tía. Os pido, de inicio, que se vean bueno conmigo y no lean esta estrada; es de felicidad, de tranquilidad y de paz y harmonía; en una noche de luna llena que no ha tenido más que buenas cosas para mí; sorpresas. Os pido que no me lean en esta ocasión, no porque la envidia llene mis pensamientos y quiera mantener esto para mí; pero porque no tendré coherencia; lo mejor para ustedes es que por eso que no me lean.

Me gusta como las cosas vienen y van, una vez que aceptas que la vida es un gran círculo de sorpresas –como los que tenemos día con día. Creo que una vez que aceptas que las cosas son transitorias en la vida, la felicidad se puede gozar más. ¿La felicidad se puede entonces no gozar? ¿Se puede saber lo que es la felicidad? Me gusta conocer gente, tengo una ambición por viajar, por seguir haciéndolo, porque en cada rincón se aprende algo nuevo. A veces pienso que tengo una percepción especial de las cosas; ya sé, me gusta sentirme especial; pero tengo una razón para creer que todos tenemos un lugar en el paraíso; un lugar único. Vi la luna y sentí gratitud; pensé que me divierte que a veces tengo tantos “recados” que dejar día con día en este espacio. Lo que al fin me divierte es que digo cosas para alguno y por alguna; para las experiencias y pensamientos y sentimientos diarias, a veces hay quienes se adjudican el saco; eso me divierte por dos razones: primero porque las reacciones de aquellos a quienes no estaba destinado el pensamientos y la palabra la toman y actúan; la segunda, que digo cosas que tenían una razón de ser escuchadas pero yo por alguna razón no tenía pensado decirlas. La segunda es la que más me gusta, porque entonces verdaderamente me conecto con el universo y hay una razón para cada acción, de fondos y forma, que regresan complementando.

Vi la pequeña bola de cristal que me compraste; me causa satisfacción. Una lluvia bombardea mi cabeza con ideas, pensamientos, incoherencias y recuerdos; me gusta poder recordar. Comienzo a vivir mientras derramo una lagrima desde el fondo de mi corazón que tiene problemas en salir por mi ojo. Me gusta nombrar las cosas; mis plantas tienen nombre –la mayoría, porque el resto aun no se hacen identificar conmigo; a veces a mis ideas también pongo nombre –supongo que así sé que hay un cajón de pensamientos para cada cosa; me gusta también nombrar las partes de mi cuerpo. Es inútil revelar la maravilla que es tener como llamar a lo especial de mi cuerpo, porque no tienen el “nombre” que todos los demás les dan; son especiales; así es también mi cuerpo. Sin embargo, el ver la nube que se atraviesa en mi camino con la luna llena que me observa me hace entender que el cuerpo no tiene trascendencia alguna. La gente que más sufre es la que no sabe lo que quiere. Me gusta ver que mi cuerpo es trascendente, como todo lo demás, que mis zapatos viejos pueden ser tiranos –por mí o por alguien más, y no me preocupa desprenderme de ellos; tampoco de mi cuerpo. ¿Vida en el más allá, no sé? Comparto contigo que las cosas pueden suceder, siempre tienen una razón de suceder, pero no hay un destino que la rija ¿Importa si las ideas no tienen congruencia? A quién la importa, finalmente, saber hacia dónde vayamos o el objetivo que buscamos.

Desde hace un par de días recupere a mi hermano. Me hace sentir especial. Me gusta la relación que tengo contigo. Me gusta, repito, dar muchos mensajes a distintas personas, en la misma oración, sin tener que especificar a quien en especial le dedico la tonada que silba mi cabeza; también ella tiene un nombre especial. Me gusta que comprendes mi liviandad por lo efímero de las cosas; así también tu y yo somos efímeros, nuestra relación. Te fuiste hace meses de mi vida. Me gusta saber que estas bien. La verdad es que aunque me gustaría estar con todas las personas del club que quiero, que admiro, que respeto, me gusta estar lejos. Mi admiración, mi respeto y mi estima crecen; tienen espacio. Con cada día que pasa crecemos más y nos acercamos y somos más cercanos; con cada día que pasa crecemos más hacia el día en que nos dejaremos de ver.

Un minuto paso, lo disfrute en silencio; en el espacio de la infinidad. Hace algunos años no cesaba de escribir de los círculos concéntricos que nos rodean y llenan nuestras vidas, de amor, de felicidad. Poco a poco comprendo lo que alguna vez quise decir; uno puede sonar sabio y trillado, puede decir cosas que pretender ser escuchadas; en el fondo estamos llenos de la verdad absoluta que en partes dejamos salir y vivimos, sin darnos cuenta. Por ello la bola de cristal pequeña me da tanta satisfacción quizás, tal vez tú lo sabes.

Quise dormir y gozar; solo me acosté contigo, no dormimos ni gozamos. En cambio la vez que temblamos lo sufrí; el temblor más fuerte que he sentido en mi vida me hizo sentir sin poder alguno; hoy comprendo que nunca he tenido control alguno y que el hacerme creer eso es por miedo e inseguridad a dejar ir, a ser constante, a gozar el minuto y no aferrarme a lo que más me duele, a lo que más sufro, a lo que más gozo y a lo que disfruto, a lo que más soy. Los fantasmas no dan miedo cuando entiendes que existen y los aceptas; irónicamente lo mismo sucede con los fantasmas que nos hacemos rondar, porque quizás nos dan más seguridad-supuesta que el pensar que no existen. ¿A qué le podemos tener miedo si no creamos algo a lo que tenerle miedo? ¿Existe el miedo? Una vez que uno acepta su entorno tal cual es, es decir, subjetivamente, podemos vivir en paz con él y podemos vivir en tranquilidad con nosotros mismos.

Hace tres años vi a un hombre caminar por la calle. Jamás me vio, jamás supo de mi existencia, sufrí lo que no podía yo comprender, lloré lo que no existió, temblé por la eburnación y me deje llevar; hoy gozo y rio de ello, lloro de felicidad, escucho mi corazón sentir y cada palpitar está lleno de profundidad; de mucha tristeza y alegría, amargura, agradecimiento y amor; hay que saber aceptar y entender lo bueno y lo malo, las dos caras de la moneda; solo así se puede comprender que todo es uno, que está en la misma esencia, que no hay en realidad dualidad alguna. Que todo hombre tiene una parte femenina en sí y que toda mujer tiene una parte masculina en sí; que la luna brilla por el sol y no hay razón de ser del sol sin la luna que le haga entender su función; que nunca nada tiene dos polos opuestos, que solo hay uno y uno solo. Más importante aun es comprender que el que piensa que sólo hay unidad vive errado, porque todo es uno pero uno no es todo; porque no hay sentido para el día sin la noche y no hay tampoco tal para el hombre sin la mujer, pues se complementan, siendo uno y al mismo tiempo sin ser uno. A final de cuentas lo que importa es la dualidad de la unidad y la unidad en la dualidad; es decir, no comprender que hay una diferencia tacita sabiendo que no todo lo abarca al todo.

Nunca le vi sentido alguno a la vieja reliquia que sienta en el mueble; la llamada pipa de la paz nunca había tenido utilidad alguna; entonces surgió la paz y todo tuvo sentido.

Aunque respecto mi soledad, respeto de igual forma la compañía que me das y el amor que me dejar sentir compartiendo pensamientos.

Por muy negro que sea no es menos hermoso que nosotros, que nosotras.

Daría hasta la vida, te lo juro

Tengo desde hace dos semanas una nueva vida de pequeño hamburguesa. En lo que comienzo a escribir mi tesis, mis días se consumen en la filosofía político-existencial del tema que he de describir. Ya sé, hay quienes me dicen que porqué tanta preocupación, que total es mejor simplemente ocuparse y que es sólo una tesis de licenciatura. Sin embargo, quiero tener la inspiración correcta.

Como aprendí de mi amigo P., la mejor forma de lograrlo es darse el tiempo para pensar sin que el cuerpo nos pese. Entonces, me levanto tarde, me baño con calma, veo la tele lo más que pueda; voy al banco y tomo un café en casa de L. sin que él esté ahí, porque siempre tiene café caliente en casa. Después, apenas se acerca lo hora de comer me meto en la cocina, escucho la Z con música grupera y me sirvo un Blue Sky, pico verdura y desmenuzo un poco de pollo (esto ya es en mi propia cocina estimades, ¡¡no soy TAN abusivo!!). Como hace algunos días decía, no cabe duda que la filosofía que encontramos en las actividades “mundanas” y "diarias" es la que más logro gozar.

¡Hay se me quema la tinga de pollo! Y es que el concentrarme en las canciones de amor que suenan en la radio, perdido en lo que observo por la ventana de la cocina viendo las azoteas de las casa vecinas, observando las ventanas de las oficinas de gente trabajadora; me produce que se me olvide lo que hay en la lumbre. Una de las mejores ideas que he tenido es atreverme a traer mi computadora a la cocina… puedo pensar, redactar, cocinar y llorar en lo que pico una cebolla.

Finalmente, después de harto pensar, después de demasiado sacar lágrimas de cocodrilo con la pelada cebolla, terminando la afamada “y llegaste tú”, lavar los trastes; me puedo sentar a comer. Es entonces en donde de verdad comienza la acción; en lo que me deleito con infinidad de sabores, mis pensamientos asientan… ¿será que apenas veinte minutos después puede comenzar el proceso de digestión físico-mental?

Disertación de la comprensión de la realidad

En la reciente visita de Gilles Lipovetsky a México, dio un par de conferencias y entrevistas en distintas casas de estudios y medios de comunicación. El filósofo tiene un singular sentido de la filosofía; que no es compartido necesariamente por la denominada corriente filosófica pura. Mientras yo me tomo una taza de café me pregunto cuál es la verdadera función de dicha disciplina.

Hace apenas un año Mater me anunció que le interesaba estudiar filosofía. Si bien en realidad no ha llegado la hora de que cumpla su sueño, desde entonces ha hecho varios avances indirectos en partes de la disciplina. Desde hace poco menos de un año es ávida budista que vive el momento en su plenitud y llena las actividades triviales de conciencia y observación; práctica sumamente necesaria en la práctica del zazén y la filosofía.

Lipovetsky anuncia que en realidad los grandes avances en la filosofía se deben a personajes como Marx, Heidegger, Freud, Nietzsche o Tocqueville; que como sabemos no son necesariamente filósofos puros. Sin embargo, él piensa que desde la época de Platón gran parte de la filosofía ha renegado la observación de ciertas actividades. Es por eso que sin verdaderamente dar importancia a lo que su público diga, Lipovetsky invierte tiempo en el análisis de ciertos aspectos de la cotidianeidad; espacios que no han sido aún colonizados por la economía de mercado como lo son los valores tras la igualdad y la fraternidad. ¡Y ello a pesar de los discursos postmodernos!

Mater no estaba errada cuando me incitó a iniciarme en la práctica del zazén pues permite el análisis de lo que ocurre en nosotros y en nuestro entorno. Ello sin tener relevancia si la otredad lo tacha de banal o no. Aún más, encontró sin en realidad saberlo, un primer acercamiento práctico a la filosofía; algo que no suele ocurrir en las sociedades denominadas “occidentales” pues éstas suelen vivir en la teoría sin poner in praxis lo que se reflexiona.

Resulta entonces interesante el poder utilizar la filosofía como un método práctico en primera instancia, pudiendo comprender los distintos rincones teóricos que hacen los maestros en una segunda instancia. ¿Será acaso que los valores tradicionales no han muerto aún, contrario a lo que opina el postmodernismo? A posta de ello había un refrán entre los romanos: De mortui nihil nisi bonum dicandum est. No hables mal de los muertos.

Torre Bicentenario

Y un pequeño vídeo, producto de Chilango TV, que entrevista la opinion de varios defeños con respecto a la torre que pretende adornar nuestro horizonte.

In a sentimental mood



Lluvia de ideas: Echeverias Laui

¡Atención! ¡Atención! Tengo el encargo de hacer algo con diez mil Echeverias Laui. Tengo que pensar si es mejor regalarlas, venderlas (¿hay mercado para ellas?), exportarlas, mandarlas para investigación, plantarlas en mi azotea o dejarlas al azar del destino. Se me ocurre que también se puede mandar al arquitecto este que por medio del GDF está realizando un proyecto de "reforestación" de las azoteas chilangas. ¿Tal vez a Calderón le caerían bien de regalo de cumpleaños? Como verás, estoy desvariando ¡porque no sé qué hacer con tantas suculentas! Entonces pues, agradeceré todas las propuestas, ideas, pensamientos y ocurrencias que tengas… ¿Alguien dijo yo?

Vete ya

Durante los últimos días he estado intentando encontrar orden en el caos. Sucede que el orden universal es de dicha forma; caótico. No entiendo muy bien porque hay personas que se ven obligadas a abandonar sus proyectos. Tampoco lo intento en demasía pues quizás no es mi lugar entenderlo (al parecer tampoco el de ellos). A mis amigos C. y L. les deseo la mejor de las suertes en sus nuevas vidas. Por el otro lado, tenemos nuevos personajes con los cuales lidiar en la cotidianidad; no sé aún si para bien o para mal. Ya se verá…

Mi verano fue extenso. Dos semanas llenas de emociones, de vagancias, de lecturas y de sueños. También dos semanas llenas de copas de vino, de daiquiris de mango y de baños seguidos. Ahora, cuando finalmente regreso a mi maravillosa capital me veo con ganas de dejarlo todo pues me veo cansado, veo como sigo en el mismo lugar desde hace tiempo. Sin embargo, el trabajo se me facilita pues hay quienes se van antes de que yo pueda decirles “vete”. En mi cerebro suena una cancioncita cursi y trillada, pero no deja de repetirse…

No vuelvas a mí­ aunque te quiero
No vuelvas a mí­ aunque te extraño
Te necesito aquí
Pero tu amor ya no es para mí

Todavía me acuerdo de ti
Todavía siento que estas junto a mi
Ni el tiempo, ni el espacio
Podrán borrar lo que me hiciste soñar,
Que aprendí una nueva ilusión
Me recordaste que existe el amor
Y aunque perdida estuvo mi alma
Ya no estarás más junto a mi

Echeveria Laui

Lo sé, mis estimados lectores, parece que los tengo abandonados por algún rincón; ¡pero no! Después de un fin de semana de locos, con apenas cuatro horas acumuladas de sueño a lo largo de tres días fiestados, llegó la calma. Entonces, pues me piré al noroeste a dormir, comer y dormir más. Finalmente estoy de regreso, si al menos por algunas horas. Mañana salgo temprano rumbo al suroeste, ahora con fines más activos; sembrar echeverias lauis. Para los que aún no conozcan a las lindas suculentas, pues les comento…

¿Alguna vez has oído hablar de las cactáceas?, seguro que sí...y ¿de las crasuláceas?... muy probablemente no. Aunque es posible que las conozcas, frecuentemente las encontramos en los mercados populares, les llaman conchitas, ombligo de reina, oreja de ratón, siemprevivas, etc. Generalmente, son plantas con hojas carnosas en forma de roseta, con vástagos florales muy llamativos.

Este grupo de plantas pertenece a una familia cosmopolita llamada Crassulaceae (Crasuláceas) y en nuestro país viven una buena cantidad de ellas; sobresalen de entre todas estas las Echeverias (Echeveria) que es un género nombrado en honor del ilustre pintor botánico Atanasio Echeverría. Las echeverias viven en casi todo el territorio mexicano desde zonas cercanas a las costas hasta las grandes montañas nevadas.

Mantienen un patrón más o menos uniforme en forma de roseta, pueden vivir en colonias o solitarias, sus hojas suculentas pueden presentar diferentes tipos de pigmentación: rojizas, moradas, rosadas o bien, ornamentaciones como cera, tricomas o quillas. Muchas de las echeverias de nuestro país viven en micro hábitats y sus poblaciones son muy reducidas.

Tal es el caso de Echeveria laui, blanca y resplandeciente crasulácea que vive exclusivamente en las montañas areniscas del Valle de Cuicatlán en Oaxaca, esta hermosa especie se ha especializado a tal grado que sólo la encontramos en paredes rocosas con orientación norte, la mayor parte de su población está conformada por rosetas compactas adultas.

Presenta un riesgo inminente de deterioro debido a dos causas principales: la primera el medio ambiente, puesto que crece en un lugar donde ocurren ventarrones constantes que erosionan las peñas que las sostienen, cuando esto sucede muchas rosetas (sobre todo juveniles) ruedan en caída libre sin protección alguna; unas caen cara abajo sobre rocas u otras plantas, sin poder sujetarse al sustrato y muy por el contrario, quedan expuestas a los rayos solares que las calcinan lentamente.

La otra causa es por prácticas antropogénicas directas o indirectas que van desde el pastoreo local de ganado caprino o vacuno hasta el saqueo de ejemplares para venta ilegal. Considerando lo anterior es necesario establecer estrategias de acción para promover la conservación de Echeveria laui en su hábitat natural y esto, solo se puede lograr realizando prácticas de conciencia con los habitantes de la región, y con la ayuda de personas como tú que saben la importancia de preservar los recursos naturales de nuestro país.

¿Cuál es el impacto de su desaparición y las consecuencias ambientales?
Se podría pensar que la extinción de una sola especie podría ser insignificante, imperceptible o quizás, considerarse de poca importancia; sin embargo, pensemos en la estructura que guarda un sistema natural en donde un evento por mínimo que sea repercutirá en corto tiempo o gradualmente en cada uno de los elementos que lo componen. Así pues, al eliminar una pieza del rompecabezas quedará incompleto y seguramente será más fácil que desaparezca una pieza más, que recuperar la que se ha perdido. Echeveria laui es parte de un frágil ecosistema árido de características especiales que la han hecho especializarse a través de miles años, su población está sujeta a las inclemencias del ambiente y por si fuera poco el ser humano ejerce un efecto extra que podría reflejarse en el deterioro de este eslabón hasta desaparecerlo.

¿Echeveria laui, más que una planta bonita?
Las características físicas particulares de Echeveria laui como su abundante cera blanca, su crecimiento compacto y su roseta perfectamente definida, la han colocado como una de las crasuláceas más atractivas en el mundo, pero evolutivamente son parte de una adaptación al medio hostil; al cual tuvo que responder para no desaparecer y especializarse en el ahorro de agua. Además Echeveria laui al igual que todas las especies de plantas tiene una función en el ecosistema, contribuye al equilibrio del mismo proporcionando alimento a diversos insectos y aves como abejas, avispas y colibríes, retienen el suelo en donde habitan, es hogar de pequeños organismos como hormigas, arañas y lagartijas, proporciona oxigeno al ambiente, sus hojas vivas son verdaderas cisternas de agua y sus hojas secas forman un colchón que amortigua el agobiante calor de la zona.

Ya os avisaré a mi regreso, de donde prometo traer suficientes fotos!
*Información de Fundación para la Resrva de la Biósfera de Cuicatlán A.C.