Daría hasta la vida, te lo juro

Tengo desde hace dos semanas una nueva vida de pequeño hamburguesa. En lo que comienzo a escribir mi tesis, mis días se consumen en la filosofía político-existencial del tema que he de describir. Ya sé, hay quienes me dicen que porqué tanta preocupación, que total es mejor simplemente ocuparse y que es sólo una tesis de licenciatura. Sin embargo, quiero tener la inspiración correcta.

Como aprendí de mi amigo P., la mejor forma de lograrlo es darse el tiempo para pensar sin que el cuerpo nos pese. Entonces, me levanto tarde, me baño con calma, veo la tele lo más que pueda; voy al banco y tomo un café en casa de L. sin que él esté ahí, porque siempre tiene café caliente en casa. Después, apenas se acerca lo hora de comer me meto en la cocina, escucho la Z con música grupera y me sirvo un Blue Sky, pico verdura y desmenuzo un poco de pollo (esto ya es en mi propia cocina estimades, ¡¡no soy TAN abusivo!!). Como hace algunos días decía, no cabe duda que la filosofía que encontramos en las actividades “mundanas” y "diarias" es la que más logro gozar.

¡Hay se me quema la tinga de pollo! Y es que el concentrarme en las canciones de amor que suenan en la radio, perdido en lo que observo por la ventana de la cocina viendo las azoteas de las casa vecinas, observando las ventanas de las oficinas de gente trabajadora; me produce que se me olvide lo que hay en la lumbre. Una de las mejores ideas que he tenido es atreverme a traer mi computadora a la cocina… puedo pensar, redactar, cocinar y llorar en lo que pico una cebolla.

Finalmente, después de harto pensar, después de demasiado sacar lágrimas de cocodrilo con la pelada cebolla, terminando la afamada “y llegaste tú”, lavar los trastes; me puedo sentar a comer. Es entonces en donde de verdad comienza la acción; en lo que me deleito con infinidad de sabores, mis pensamientos asientan… ¿será que apenas veinte minutos después puede comenzar el proceso de digestión físico-mental?

1 comments:

LH said...

Siempre quemas el pollo ... Ahora ya se porque no hay cafe cuando regreso por la tarde.