Después de la guerra perdida, ¿qué?

Ayer participé en una serie de mesas de debate tituladas Después de la guerra perdida, ¿qué?, co-organizadas por la FES, CASEDE, Cáritas, Espolea y REJRED. Hace unos momentos se publicó mi reseña de lo ocurrido. La pueden leer dando clic, o clic. Como siempre, más que abierto a los comentarios de la banda!

México DF, 21 septiembre, 2009.- A partir de las 15 horas nos reunimos en las instalaciones de la Fundación Friedrich Ebert (FES) expertos de la academia y sociedad civil en materia de política de drogas y cooptación del Estado. En una serie de pequeñas mesas de debate informal convocadas por la FES, el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE), Cáritas México, la Red de Jóvenes y Reducción de Daños asociados al uso y el abuso de Drogas (REJRED) y Espolea, y tituladas “Después de la guerra perdida, ¿qué?” generamos un intercambio interdisciplinario e intergeneracional entre Nueva Zelanda, Colombia y México. Seguir leyendo... clic, o clic.

Columna al aire

Desde hoy tengo una nueva columna al aire que se publica aquí. Voy a estar escribiendo en inglés quincenalmente de temas varios siempre intentando hacer un poco de política comparada aunque eso parece de entrada ya ser bastante complicado pues el espacio de cada edición es muy poco. Les invito a que me sigas y comenten, que es gratis!

Esta semana escribí sobre la crisis económica y las respuestas de México y China al respecto...

Aram: Around the World | Mexico’s celebration one year into the economic crisis
My grandma used to say that the less money a bank has, the bigger its facade is built. This is the same interpretation that I give on Mexico’s reactions to an economic crisis that began over one year back and that has differently impacted countries around the globe. Last week, the celebrations where eminent. Like many other countries in Latin America, Mexico is around the corner to a two-hundred year period of independence. Have counter-crisis policies been so effective to leave room for festivities? The answer is sadly not positive. (Seguir leyendo, clic)

México frente a la crisis: planteamientos juveniles

La semana pasada una serie de personalidades de la academia y la política dieron a conocer su agenda de México frente a la crisis: Hacia un nuevo curso de desarrollo. Debo decir que de forma general el documento es bueno. Define y apuntala ciertas recomendaciones desde la economía financiera y hacendaria hasta la educación, la juventud y la agricultura, pasando por el contexto de la crisis internacional y el TLCAN.


En esta pequeña crítica me concentro únicamente en la reseña de lo discutido en la mesa de juventud. No porque los demás temas no me interesen, sino porque siento que es lo que me afecta de forma directa. Por el simple y sencillo hecho de ser joven; aún si concuerdo, paradójicamente, con que las políticas de juventud no se mueven en un carril separado, sino entrelazado al del resto del andar nacional.


Entonces, el texto reza:


Hoy la juventud enfrenta una crisis de expectativas y la falta de políticas adecuadas para enfrentar su problemática. El Estado mexicano debe adoptar grandes definiciones en torno a la cuestión juvenil. El punto de partida obligado es reconocer que la juventud es el ámbito donde es posible incidir para proyectar el desarrollo nacional. [...] Los jóvenes son uno de los grupos de edad más vulnerables a estos problemas. Al ser el grupo de edad más numeroso de la población, el Estado debe canalizar mayores recursos a este sector con una perspectiva incluyente y de fortalecimiento de la cohesión social.


De aquí rescato dos ideas: a) el grupo etario es un capital humano en el que no se ha invertido, y b) todo esfuerzo debe dirigirse hacia una integración de la cohesión social. Vamos bien, y una forma de comenzar sería sin duda integrando a un joven a la mesa de discusión. ¿Por qué seguimos discutiendo la cohesión social de los jóvenes y no integramos a los jóvenes al diálogo?


Hay también un tercer punto con el que estoy completamente en desacuerdo: los jóvenes son la vía para “proyectar el desarrollo nacional”. Creo que no hay nada más errado el día de hoy en el discurso de los juvenólogos.


Como joven me gustaría que dejáramos de una vez y por todas el discurso de que los jóvenes somos el futuro del país. No lo somos. Para haberlo sido, el reconocimiento tuvo que haberse dado hace 20 años, cuando mi generación estaba naciendo. Ello hubiese sido seguido por una contundente inversión en la infraestructura que nosotros utilizaríamos, en nuestras escuelas, nuestro acceso a la salud, nuestras oportunidades actuales de empleo y esparcimiento.


Los jóvenes somos el presente. El día de hoy, somos la mayor parte de la población en edad de trabajar y también quienes menos acceso tenemos a un trabajo decente. Existe una clara desvinculación entre lo que vivimos en la realidad y lo que la academia y la política apuntan como una camino de inversión. Como en toda construcción, sea de ingeniería o social, primero hay que preparar el área, luego sentar el basamento y después comenzar a construir.


Pero tampoco se vale quedarse en el pasado. No podemos pensar en lo que debió haber sido y no fue. Entonces, ¿qué podemos hacer hoy por nuestra juventud? ¿qué podemos hacer por el presente de nuestro país? ¿Cómo invertir ahora en nuestros jóvenes? El documento sugiere:


Para apoyar estos trabajos y evaluar sus resultados, resulta necesario conformar un observatorio de la juventud, donde pueda darse un debate y se puedan alcanzar acuerdos entre los distintos actores relacionados, establecer compromisos y generar sinergias entre las instituciones educativas y el sector productivo para apoyar la inserción laboral y la capacitación de los jóvenes, considerando diferentes esquemas de atención en los que se incluyan políticas de educación, capacitación, inserción laboral, salud y seguridad social, acceso a la vivienda, apoyo psicológico, cultura, deporte, esparcimiento y atención a las adicciones. El gobierno debe generar incentivos y apoyos a este tipo de colaboración. Debe existir una relación permanente entre educación y trabajo, a través de programas más amplios y flexibles de capacitación, actualización y educación continua, incluido el acceso a las nuevas tecnologías.


Para mí esta es la gota que derramó el vaso. Por esto mismo los jóvenes dejamos de tener confianza en las instituciones que se supone nos pertenecen. En vez de apropiarnos de lo que tenemos o modificar lo que ya existe, la academia busca crear espacios nuevos. Estos espacios son, por si fuera poco, propuestas por los adultos mismos. ¿Qué pasó con las políticas comprensivas y las acciones integradoras?


¿Y si en vez de crear un observatorio más exigimos que nuestros Institutos de Juventud sí trabajen? Para mí eso es un mejor comienzo. Por ejemplo, el Instituto de la Juventud del Distrito Federal tiene cinco escasos programas con pocas actividades al año. La participación de los jóvenes al interior de la institución se reduce a voluntariado y servicio social, pero no se observa a jóvenes en los espacios de toma de decisión o al menos, algún mecanismo de recuperación de su propuesta para la acción.


Una segunda opción es que exijamos a nuestro gobierno ratificar la Convención Iberoamericana de Derechos de las y los Jóvenes. Queda claro que existen marcos normativos como ese por medio de los cuales podemos dar basamento a los programas y políticas de jóvenes. Lamentablemente, eso no es prioridad para nuestros gobiernos.


Una tercera opción es apoyar las iniciativas que ya tenemos los jóvenes por invertir en nosotros mismos. Elige lleva ya varios meses lidereando un equipo de colectivos, grupos y asociaciones civiles dirigidas por jóvenes rumbo a una Plataforma Nacional de Juventud. Este es el mismo proceso que se ha seguido en muchos otros países de América Latina y que ha por lo menos resultado en la sistematización de las trincheras juveniles existentes en cada país.


Sin embargo, fuera de algunas fundaciones con capital extranjero y el sistema de Naciones Unidas en México, no hay gobierno o universidad que esté apoyando la Plataforma. Esto quiere decir, en resumen, que el problema con el planteamiento del documento México frente a la crisis en materia de juventud se basa en cuatro hechos fundamentales:


- Aún si en el discurso se busca cohesionar, en la práctica no se integran a jóvenes al debate como se demuestra en este

- La inversión en el milagro generacional no se hizo hace 20 años, debemos pensar en cómo solucionarlo ahora, no como se pudo haber solucionado ayer.

- Las instituciones gubernamentales que nos buscan representar, no nos representan pues no hay jóvenes en la toma de decisión de los Institutos de Juventud, no existe una planeación estratégica por periodo (como obliga la Ley de Juventud de 2000) dentro de dichos institutos y sus actividades anuales se pueden contar con los dedos en ambas manos.

- No se reconoce que la inversión en el grupo etario sea algo prioritario en las agendas políticas y por tanto, no existe apoyo a las iniciativas de jóvenes que ya existen.

Pinche Itunes!


Grgrgr- que conecto mi iphone a la compu y que me dice que el software tiene actualización y me pregunta que si lo quiero actualizar. Pos, natural, que le digo que sí y que me dice y que le digo... Historia en corto: pinche itunes me volvió a bloquear mi iphone (sí señores y señoras, segunda vez y CON-SE-CU-TI-VA).

Bueno, después de hacer la ravia del momento me acordé de la solución de hace un par de semanas. Y ahora espero a que se acaben de cargar unas fotos antes de poder reiniciar todo el aparato. SEÑORES DE ITUNES: se merecen una mentada de madre y se merecen que no vuelva a actualizar mi software hasta que no sea sumamente necesario!

Y eso que apenas son las 9... pal grito faltan unas tres horas y yo ya grité harto mucho al itunes! Gr!

Algo así me veo...




Clínicas de prescripción de heroina

Un artículo publicado en The Independent ayer se enmarca en uno de los argumentos finales del debate sobre las clínicas de prescripción de heroina. Buscando abarcar todo el Reino Unido, el programa pretende establecer salas de inyección en las que se proveerá de forma segura la droga a quienes han mantenido un uso prolongado. Esto es una respuesta pragmática al asunto que sin embargo, tiene resultados mucho más fructíferos y contundentes.

El programa se inspira en los aprendizajes de Suiza, donde las clínicas que utilizan la droga de forma "medicalizada" ha ocasionado la eliminación de su glamour y la transformación de la percepción de la droga como un acto de rebelión a una enfermedad que requiere tratamiento. Los suizos en un referendum apoyaron la continuación del programa. Casos similares podemos encontrar en Francia, Alemania y Canadá.

"Se trata de cuidados intensivos para adictos a las drogas. Sí es más caro que el tratamiento estándar, pero también representa una tercera parte del costo de enviar a la persona a prisió (£44,000 al año). Y en cuanto son liberados, regresan a la adicción. Se trata de un ansia profunda de drogas y el programa busca medicalizar para romper el vínculo con el uso de heroína en la calle y la delincuencia ", dice el profesor John Strang, jefe del Centro Nacional de Adicción en Maudsley.

¿Y eso funciona en América Latina?
Creo que puede funcionar. Sin embargo, se enfrentaría a dos problemas principales: el estructural y el contexto de corrupción.

1. Estructural. Un programa que facilitara el consumo de heroina de forma controlada y medicalizada a los usuarios que denoten haber consumido por un tiempo (es decir, que no son nuevos usuarios), requiere sin duda ir acompañado por un sistema de salud universal que pueda ofrecer servicios a dicha comunidad. El nuevo servicio clínico se vería sumamente degradado e incompleto si no se enmarca en oportunidades de acceso terapéutico y posibilidad de tratamiento de VIH o Hepatitis C.

2. Corrupción. Otro problema para el programa es sin duda la corrupción, pues para que resulte exitoso, el programa no debe permitir que la droga salda de la clínica. El uso debe ser de forma controlado y supervisado. Después de todo, esa es la gran ventaja de la propuesta, poder controlar la calidad de la droga y la forma de consumirla sin incurrir en actividad de riesgo. El ideal a largo plazo es separar la calle y el crimen de su relación con la droga y el usuario. Sin embargo, si por medio de una "mordida" se convierte en un centro semi-legal de narcomenudeo, la clínica pierde valor absoluto.

Además, debemos tomar en cuenta el hecho de que América Latina no tiene una comunidad de usuarios de drogas inyectables tan numerosa como la hay en Europa, en el norte del continente o en el sureste asiático. A ojo de buen cubero se pensaría que la mayor concentración de usuarios de drogas inyectables se ubicaría en Argentina, Brasil y la frontera norte de México. Tendríamos entonces, sin lugar a dudas, que buscar estadística desagregada por edad, género y condición socioeconómica en la materia para poder tratar de forma efectiva. Es justificable pues lo que sí sabemos es el número de personas que viven con VIH y que utilizan drogas inyectables en esos países. En Argentina y en Brasil la cifra asciende a entre 20 y 50%.

En México sí damos paso sin huarache. Las últimas dos legislaturas han logrado establecer políticas que apuntan a un buen camino. De hecho, México es el único país de la región que expresa de forma concreta en su legislación nacional el acceso a programas de reducción de daños. En la teoría, ofrece programas de intercambio de agujas y jeringas y programas de tratamiento con substitución de opiáceos. Sin emargo, ¿cómo se traduce esto en la práctica?

América Latina debe comenzar a debatir cuáles son las estrategiasde reducción de daños para otras drogas. ¿Existe una correlación entre embarazos no planificados, adquisiciñon de VIH y Hepatitis C y el uso de drogas? El alcohol, el tabaco, la marihuana, las metanfetaminas y anfetaminas y la cocaina son drogas mucho más consumidas entre la población latinoamericana, especialmente por quienes tienen entre 15 y 29 años. Ahí es en donde debemos preguntarnos, qué estamos haciendo para asegurar que haya información objetiva al respecto y que las personas logren decidir si utilizarán o no una droga. ¿Qué estrategias aplicamos para quienes consumen drogas no incurran en actividades de riesgo que les ponen en peligro a sí mismos o a su comunidad?


Con información de:

Madonna en los MTVs

El discurso de Madonna de ayer fue bueno. Supo aprovechar lo que está en las mentes de los fans del espectáculo global y arreglar un poco la imagen del difunto rey. Como siempre, parece que uno vale más muerto que vivo.
El discurso...