¡Atención! Paradas continuas


En la vida hay algo más importante
que incrementar su velocidad.

- Gandhi

Terminé de leer, bastante lentamente, el Elogio de la Lentitud de Carl Honoré. El libro me ofreció un refugio de la sociedad en un momento en el que mi vida cambia paradigmáticamente de rumbo. Claro está que buscaré por medio de mis cambios de actitudes que el refugio se vuelva en coraza propia o camino conductual para vivir la vida misma.

A lo largo de sus trescientos y tantas páginas, Honoré recorre las varias versiones del movimiento Slow [lento] que gana cada día más adeptos en la postmodernidad. Desde la Slow Food que se come en las Slow Cities / Città Slow, y pasando por la medicina complementaria y alternativa (MCA), el Slow Sex ó Sexo Tántrico, las herramientas para hacer del trabajo algo más lento y placentero (aprovechando la pereza y curando a los workoholics), el ocio (la importancia de descansar) incluidos el Slow Exercise (SuperSlow) o la Slow Music (ASLSP) y la Slow Education.

Si bien es fácil confundir el texto con una guía de autoayuda, no es el caso. Si uno abre un poco los ojos y las ganas del corazón, dependiendo de con cuánta rápidez se lea, se pueden adoptar varios cambios. Patricia Lucas dice que "todo depende de la prisa que lleves, de lo que le pidas a la vida y de las ganas que tengas de ser feliz".

En general, todo para deshacerse que lo que en su época John Girdner llamó la nuevayorkitis de la sociedad y buscando un Tempo Giusto en nuestras vidas. Es decir, no va de ser inproductivo o ineficiente, pero en encontrar el equilibrio para hacer las cosas en el tiempo que uno debe tomarse para hacer las cosas. Se los recomiendo ampliamente a todos los que estén dispuesto a experimentar un poco con sus rutinas, sus formas de vida y sus agendas.

Yo por lo pronto, enfundado con mi camiseta de Obama en la cama sin moverme ni centímetros, me siento con disposición a pensar y analizar lo que me hace un ser feliz y lo que no. En los próximos meses, años, lustros y decenios, les advierto, habrá paradas continuas. Si Usted viene detrás, váyase con cuidado, prensa sus intermitentes o rebase con precaución. Por lo pronto, mi bus se detuvo para contemplar el panorama, tomar unas fotos y seguirá andando ahora a unos 50km por hora. No hay prisas.

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