GRACIAS POR FUMAR

Después de harto dormir y de descansar bastante más, me siento despierto para el mundo. Tengo muchísimo trabajo aún por realizar pero estoy contento porque he avanzado en demasía en los últimos meses.

Ayer en el Senado de la República llegó una propuesta de ley que prohíbe fumar en todos los espacios públicos (no sólo oficinas sino también restaurantes, bares, cafés, etc). Me parece bien, hace tiempo que pienso que se deben respetar los derechos de los no fumadores al respecto. Al parecer, la propuesta de ley dicta que el establecimiento que viole la norma será castigado con entre 400 y 600 mil pesos. Además, establece que las cajetillas de cigarros deberán tener escrito: “este producto causa la muerte” en lo correspondiente al cincuenta por ciento de la caja en letras blancas sobre fondo negro.

Sin embargo, hay un argumento que me parece débil. El senador que propone la ley dice que la guerra contra las tabacaleras se fundamenta en el hecho de que la salud de los mexicanos está en riesgo (lo cual es cierto) y que el gobierno no puede gastar los 30 millones de pesos que se gastan anualmente en el sistema de salud con enfermedades relacionadas al tabaquismo (lo cual tabién es cierto). Es aquí en donde yo encuentro el error, permítanme que los presente con mi opinión.

El argumento del gasto en salud pública, que es harto cierto, es enclenque pues perdura la problemática per se. Si bien es cierto que se debe establecer una campaña de información y educación cívica, no se debería de gastar simplemente en ello mientras los expendios del sistema de salud continúan. Hace falta corregir el problema de tajo y modificar el sistema de salud, ya en demasía y de entrada deficiente. Entonces, por qué no hacer como Canadá ya implementa, excluir a las enfermedades relacionadas de seguro social. En el vecino país del norte, además, incrementaron los impuestos a dichos productos para evitar que la gente fume; acción que habría que discutir en sentido inverso para saber en dónde queda la libertad de acción del ciudadano (sin daños a terceros).

Por último, y en cuanto a las campañas de educación cívica, creo que como defensor de la antes mencionada libertad, el gobierno debe simplemente enseñar las causas del tabaquismo y dejar la decisión última a la persona. El prohibir, el vetar y el instaurar campañas de “di no a” no ha funcionado en los últimos cien años en ninguna parte del globo. Aprendamos de la experiencia de las denominadas drogas ilegales en cuestión de campañas de prevención y educación en vez de buscar simplemente “decir no al tabaco”.

1 comments:

Anonymous said...

Hola, lei tu aportacion sobre la nueva ley sobre el tabaquismo.
No estoy de acuerdo contigo en que las enfermedades causadas por el cigarro tengan que salir de los servicios medicos gratuitos del Seguro Social. Aunque se haya hecho en un pais desarrollado como Canada seria un error realizarlo en Mexico. Cuanta gente con cancer en los pulmones debido a la contaminacion de la ciudad de Mexico quedarian abandonadas? Puede alguien probar la causa de cada mal?? Cuantos fumadores "pasivos" como son los hijos, parientes, estudiantes etc etc de fumadores quedarian tambien desprotegidos?

Por otro lado me gustan mas otras variaciones, como por ejemplo como se hace en Europa, no solo con altos impuestos a los cigarros ( que van a dar al Seguro Social), sino con prohibicion total de publicidad y la exigencia que en las cajetillas se escriba con letras grandes, ocupando la mitad del volumen de la caja la leyenda " Fumar mata" y otras leyendas parecidas... De esta manera la presentacion de la cajetilla queda horrible, completamente destrozada..

Saludos,

Axel Barra