Supongamos que un Rimbaud se diera en Tepito. Jamás nadie lo sabría. Más misericordioso era que no se diera, ni por accidente, porque alguien de una hipersensibilidad como la de Rimbaud, sufriría el ninguneo mexicano como un silencio atronador, que terminaría por reventarle los sesos. (Lucina Jiménez y Sabina Berman, Democracia Cultural).
Esta frase a mi me interesó mucho pues se refiere precisamente a la falta de difusión que hay de la cultura que vivimos y creamos los mexicanos en nuestra cotidianeidad. Una falta de difusión que bien se podría resolver vía los medios masivos de comunicación.
Sin embargo, dice Matterland que “la TV destruye por la noche lo que la escuela enseña de día”. Lo cierto es, que en todo el mundo hay reglas para el desempeño de los medios. Se les considera, en los marcos jurídicos, como industrias con funciones específicas en la economía, como actores de la vida pública con influencia y responsabilidades peculiares y como espacios en la creación y difuminación de consensos políticos.
No obstante, nos enfrentamos ante un problema. Si en teoría los medios de comunicación funcionan como proveedores y facilitadores de cultura, ¿por qué es que el 70% de los chilangos no tienen acceso a la vida cultural? Que las bibliotecas son visitadas por sólo 25 personas al día en promedio a nivel nacional (siendo Tabasco el más bajo con 10 y Guanajuato el más alto con 102). En educación, que de los casi 6 millones de chavales que asisten a secundaria el 22% reprueba por lo menos un año y el 40% para nivel bachillerato... La Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior calcula que para el 2010 sólo 3 de cada 10 estudiantes post universitarios trabajarán en lo que estudiaron.
Pero bueno, como dice Andrés Roemer, “las encuestas son como los bikinis: enseñan mucho, pero ocultan lo fundamental”... y si no existe una educación que nos ayude a interpretar la cultura, ¿cómo podremos cambiar que sólo el 10% de la población se relacione con las ofertas culturales? ¿Que en la encuesta de prioridades nacionales, a la cultura se le ponga en la posición 128?
Canclini: propone que actualizemos las leyes y creemos otras nuevas, “porque las industrias culturales han pasado a ser predominantes en la formación de la esfera pública y la ciudadanía, como lugares de información, sensibilización a las cuestiones de interés común y deliberación entre sectores sociales" (Néstor García Canclini, Por qué legislar sobre industrias culturales).
Así pues, ¿cuál es el lugar del arte en la sociedad? ¿qué papel juega? Y aún más, ¿qué papel juegan los medios de comunicación como difusores? ¿son exitosos? ¿qué podemos hacer para llegar a los 27 millones de jóvenes que tienen hoy en día entre 15 y 29 años de edad? ¿Cómo hacemos para invitarlos a participar en la vida cultural y evitar la afamada frase de Café Tacaba que reza “dónde vas que no te invitan”?
Esta frase a mi me interesó mucho pues se refiere precisamente a la falta de difusión que hay de la cultura que vivimos y creamos los mexicanos en nuestra cotidianeidad. Una falta de difusión que bien se podría resolver vía los medios masivos de comunicación.
Sin embargo, dice Matterland que “la TV destruye por la noche lo que la escuela enseña de día”. Lo cierto es, que en todo el mundo hay reglas para el desempeño de los medios. Se les considera, en los marcos jurídicos, como industrias con funciones específicas en la economía, como actores de la vida pública con influencia y responsabilidades peculiares y como espacios en la creación y difuminación de consensos políticos.
No obstante, nos enfrentamos ante un problema. Si en teoría los medios de comunicación funcionan como proveedores y facilitadores de cultura, ¿por qué es que el 70% de los chilangos no tienen acceso a la vida cultural? Que las bibliotecas son visitadas por sólo 25 personas al día en promedio a nivel nacional (siendo Tabasco el más bajo con 10 y Guanajuato el más alto con 102). En educación, que de los casi 6 millones de chavales que asisten a secundaria el 22% reprueba por lo menos un año y el 40% para nivel bachillerato... La Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior calcula que para el 2010 sólo 3 de cada 10 estudiantes post universitarios trabajarán en lo que estudiaron.
Pero bueno, como dice Andrés Roemer, “las encuestas son como los bikinis: enseñan mucho, pero ocultan lo fundamental”... y si no existe una educación que nos ayude a interpretar la cultura, ¿cómo podremos cambiar que sólo el 10% de la población se relacione con las ofertas culturales? ¿Que en la encuesta de prioridades nacionales, a la cultura se le ponga en la posición 128?
Canclini: propone que actualizemos las leyes y creemos otras nuevas, “porque las industrias culturales han pasado a ser predominantes en la formación de la esfera pública y la ciudadanía, como lugares de información, sensibilización a las cuestiones de interés común y deliberación entre sectores sociales" (Néstor García Canclini, Por qué legislar sobre industrias culturales).
Así pues, ¿cuál es el lugar del arte en la sociedad? ¿qué papel juega? Y aún más, ¿qué papel juegan los medios de comunicación como difusores? ¿son exitosos? ¿qué podemos hacer para llegar a los 27 millones de jóvenes que tienen hoy en día entre 15 y 29 años de edad? ¿Cómo hacemos para invitarlos a participar en la vida cultural y evitar la afamada frase de Café Tacaba que reza “dónde vas que no te invitan”?
1 comments:
ggggeaa... jajajaja great to steal stats. told you no?
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