Erase un mundo feliz

Esta noche salí una vez más, de nuevo agregan algunos, con la güera despampanante con la que salí el martes por la noche. En esta ocasión, su nombre sigue incognito, para algunos afortunados. Ahora nos acompañaba una mulata con abundante pelo chino. Bebimos y conversamos.

Yo pienso en mundos felices. Comunidades internacionales que no tienen que soportar a Bush, o Buch como le llama mi profesor. También sería bueno vivir el momento. Mi amigo Eric lo hace a la bien. Hace un par de días, cuando le llamé por su cumpleaños le pregunté “¿Y cómo está el clima?”
- “Muy bien”, me respondió.
- “Está haciendo mucho calor por acá y me acabo de comprar una nueva barbiqiu”.
- “Mira, acá en México el frío parece que en unos años más será de nevadas”.
Después, con entusiasmo me dijo –“Yo estoy muy feliz pues aunque el mundo se está acabando, ¡yo puedo hacer barbiqius en pleno enero y disfrutarlas!”.

A la bien, el mundo se acaba pero nosotros lo gozamos hasta el último momento, como yo gozo el bar después de varias horas de estudios y un ajetreado día de conocimientos y reflexiones. ¿Será que los seres humanos somos buenos para gozar el presente? ¿Las negociaciones rendirán frutos cuando no las hay? ¿Frutos tétricos como de los que hablaba Billy Holliday? ¿Quién estará buscando pararse el cuello en estos días que se apunta ayudando a lo que se pide?

Pensé que en Sudán y Uganda del norte siguen muriendo. Descubrí que hay quienes usan una bolsa plástica a manera de condón y la tiran al drenaje. Después, por la noche, alguien más saca una bolsa plástica del drenaje y la usa de condón. ¿Cómo sobrevivimos? ¿Otra cerveza?

1 comments:

majo said...

go global warming

go
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