Seres creativos

Son tantos los recuerdos que me llegaron de golpe esta mañana cuando desperté. Todas las maravillosas personas que he conocido, las que me han criado, los que me han mantenido por el camino del bien, los que me apoyan y los que han caído junto conmigo; amigos y relaciones.

Intento, normalmente, evadir el día de hoy por razones de carácter económico, social y de cursilería. Hoy no pude. Han sido muchas las mujeres que han ocupado mi tiempo, mi mente, mi corazón y mi cuerpo. Evidentemente la primera para mí fue mi madre, gracias a quien estoy el día de hoy vivo y quien es mi más grande inspiración para seguir adelante pues es ella quien me ha enseñado que siempre hay que hacerlo con la frente en alto. Después está mi Abi que me crió y que me hizo ser quien soy hoy día, con mis defectos y mis cualidades, quien se enorgullece en mí y quien ha dado todo como una segunda madre. S. que me enseñó a pintar y me dio mis primeras clases de política a la corta edad de cinco años. J. y M. llegaron de improvisto pero al final conquistaron mi corazón como si fueran naturales de él. So. y A. son a las que más recuerdo, al principio de la pubertad, relaciones de niños, inocentes, reales, dramáticas, verdaderas.

K. y K. me enseñaron mucho, N. me odió tanto como L. me quiso y E. me secuestró en las montañas. Y. me entendió más que yo mismo, C. me dio su corazón y M. no me dejó en paz; decía, ¡tantos fueron los momentos que se agolparon en mi de sope!

Después están mis amigos, mis hermanos, mis compadres, mis mejores amigos y mis peores enemigos. Los que pasaron de un lado del espectro al otro, los que me hacen enojar como C., los que me leen en niveles subconscientes como V., a los que perdoné como M., J. y O. Los que me perdonaron como H. Con los que viví y sigo viviendo como S., E. y J. Los que no lograron ver más allá como P.

En su totalidad mi vida ha sido un abecedario completo, lleno de acrónimos, de siglas, de nombres propios y de instituciones. Me han adoptado, me han querido, me han ofrecido y me han despreciado y por todo ello hoy soy quien soy.


Hoy lloré amargamente y en silencio al subirme a un camión. Me encontré envuelto en un aura de calor y brillo; sin embargo, la debilidad de mi cuerpo no logra contener la agudeza que proyecta mi cerebro sobre él. Al ver a una niña con su globo y tratando de comprender por qué me siguen las personas que lo hacen me sentí débil, sin lograr comprender la actualidad. Quise explicármelo con un sentimiento de tristeza pero no lo pude hacer pues no encontré sentido para estar triste cuando me encuentro, en todos los sentidos, en el pico de mi vida. Aún más, no creo tener ningún derecho a sentirme más que contento y feliz, ¿o es que no me conformo con todo lo que se me ha dado?

El discurso no es uno de conformismo o no, es uno de intentar comprender cuándo fue que entre tanto consumismo y superficialidad se dejó de entender al otro. Vivimos en una sociedad que no acepta, que no se comunica y en la que cada día los individuos se encuentran más lejos el uno del otro, de sí mismos, de nosotros mismos.

Es chistoso porque hay quienes buscan eternamente la vacuidad para alcanzar la realización. Y cuando yo me encuentro con ella me pierdo en pesadez de pensamientos que me envuelven hasta perderme. Tal vez la confundí, no la encontré.

Intenté que el sol brillara en mi cara, que el viento estuviera en mi espalda, hablar sin pronunciar. Siento en mi paladar la dulzura de lo incierto, la aflicción de la cotidianeidad. Me dan ganas de botarlo todo pero no puedo, no puedo porque mi estulticia me lo prohíbe, porque mi egoísmo me empuja a buscar más. A hacer algo por lo que vivo cada día, por influir y por ayudar a los que tienen menos que yo. ¿Por qué no puedo tolerar el hacer invisibles a los que me duelen? ¿Por qué me niego a evadir a los que no tienen trabajo, a los que no tienen lo que quieren? Podría impedir a mi vista observar las injusticias que atormentan mi corazón, porque son iguales a mí y porque lo merecen todo, porque merecen más que yo.

Me gritó un conductor por no fijarme en mi camino: porque él se pasó el alto y porque yo corro sin saber el rumbo, sin saber en dónde quedó mi hogar. Porque tengo hambre pero él tiene más, porque yo me inundo en mis visiones y porque todo es irreal. Porque todos vivimos en constante negación, inventando a seres irreales y fantásticos que nos lleven lejos de donde en realidad nos encontramos hoy. ¿Cuál es la historia que vivimos?

2 comments:

Anonymous said...

Muchas felicidades en este dia... que padre q pudas atesorar en tu mente y quiza en tu corazon a todas aquellas personas que han tocado tu corazon de alguna manera..pasala bn...

Ceci said...

Let the wind be upon your back and if there's sun let it shine on your face... este día he escuchado esa canción al menos tres veces, en realidad todo el disco o al menos mis canciones favoritas. Igual que tú, no pude evitar ser invadida por todo lo que rodea este día, sin embargo no pensé tanto en mi pasado sino en mi presente.

Precisamente, lo que hoy somos, es el resultado de un cúmulo de experiencias, de personas que se cruzan en nuestro camino, de pensamientos... de tantas cosas. Ojalá que ese ser tan maravilloso en el que te has convertido siga siendo un ejemplo de vida y de lucha; por él y por todos aquellos que lo merecen...