Pendejo;

Pequeño pelo que nace en los dedos de los pies, es a lo que se refiere dicha palabra. La analogía con la entrada de hoy no tiene mucho sentido consciente, quizás un pequeño desliz froidiano. El mundo se termina decadentemente y de manera melancólica. Parece que fuera ayer que escuchábamos de parajes bucólicos en las maravillosas aventuras del joven Werther.

Pienso, luego existo. Hay quienes proponen que la libertad radica en la ignorancia. De eso no me queda duda cuando observo con perspicacia y tenacidad a las gentes que me rodean. Cuando fuman, cuando toman, cuando se abrazan, cuando se quieres y cuando son. La existencia está determinada por la imposibilidad de enfrentarnos a nosotros mismos. En la entrada pasada comenté al respecto del infausto galimatías que nos enfrenta el actual orden mundial. ¿Podemos ser capaces de imaginar un mundo diverso, utópico? ¿No cabe sino escaparse de la terrible realidad que nos aqueja mediante distracciones y materialismos imprudentes? Son respuestas que nos debemos proveer cada uno...

La educación es algo admirable,
sin embargo, es bueno recordar,
que nada que valga la pena
se puede enseñar.
Oscar Wilde

2 comments:

Chito said...

¿qué no pendejo eran los pelos púbicos? creo que viví en una mentira jejejejeje
Saludos

Ceci said...

Yo tenía la misma idea que Chito, en fin... Con respecto a la pregunta de si podemos imaginar un mundo diverso y utópico, creo que sí somos capaces. La pregunta sería si podemos convertir algo de esa utopía en realidad. Esa es la respuesta que me proveo y la pregunta que me planteo...