De vuelta me fui

Hace tiempo que no viajaba y tenía tiempo de reflexionar un poco en la tranquilidad del paisaje. Resulta que después de varios meses de interno en mi propia ciudad, me había acostumbrado a la locura de la cotidianidad que me envuelve. La vida es un viaje, decía un autor que aprecio bastante y que me dio crecimiento. Lo post moderno de ello es que dentro del mismo viaje que es la vida hacemos viajes continuos por medio de los cuales vamos aprendiendo a lo largo de distintas experiencias. Yo he decidido que a partir de ya debo regresar a mi vida de viajero. Debo volver a observar la calma del horizonte. De las vistas verdes, de las cordilleras y montañas, de los atardeceres grises y de las luces que a lo lejos comienzan a brillar mientras que el sol cae y la noche va abriéndose espacio.

Así, las estrellas comienzan también a brillar en el cielo y con indiferencia me observan volver. Porque he vuelto a vivir a partir del día de hoy y encuentro el tiempo para recuperar mi esencia. El encuentro que me atemoriza es lo que me permite recordar quién soy y por qué hago lo que hago. Entrecierro los ojos y me siento tranquilo con dejarme dormir. Porque mi esperanza y alma humilde se siente tranquila con mi quehacer diario.

Es felicidad el poder irse, sin más. Veinte años errantes. Sin huir. Sin buscar. Solo vivir para después volver.

2 comments:

Ceci said...

Este post me hizo recordar un día de lluvia en la universidad; el cielo estaba nublado como era de esperarse, pero el cielo no era gris sino naranja y a lo lejos se veía el arcoiris. Todavía lloviznaba un poco, pero en lugar de correr para no mojarme empecé a caminar más despacio para admirar la escena. Era como estar en un sueño...y hablando de los viajes que hacemos en el viaje de la vida, estoy completamente de acuerdo. Son experiencias que te permiten explorar, aprender y crecer en todos los sentidos... Besos y hasta la próxima!!

Anonymous said...

I'm with you bro

More than you know . . .