De la filosofía existencialista hecha poema

Terminé de leer un libro que les recomiendo sobremanera: La reina Albemarla o el último turista, del pensador francés Sartre que para mí, hasta hace algunos días era un filósofo excelso y que hoy también considero un maravilloso poeta con dotes descriptivas que desconocía aún dentro de la racionalización del entendimiento del ser. Por medio de él, S. nos demuestra la vanidad turística, lo complicado que es comprender el universo ajeno y cómo nuestra realidad nos limita y nos provee de herramientas para la creación. Así pues, nos pinta un mediterráneo olvidado y lleno de rencores en el suroeste italiano, una ciudad de piedra caliza, seca, árida y llena de piedras amontonadas una tras otra en monumentos históricos, olvidados y en gran medida fantaseados. Me recordó, dicho sea de paso, un obelisco que ha venido a mi imaginación, en mis sueños y hasta en fotografías desde la antigua capital del imperio romano y que visitaba amenudo cuando mi estancia por aquellos lares. Pequeño, perdido como si se tratase de una hormiga desaparecida en la gran orbe y no de un elefante, que es lo que en realidad es, montado por el esperado obelisco, pequeño en tamaño pero inmenso en forma y simbolismo; una verdadera escalera al paraíso. Todo esto a tan solo algunas cuadras del gran Partenón que con sus círculos y sus sombras nos recuerda de la traicionera ciudad en la que nos encontramos, en lugar de la lejana Turquía, en la que nos hace pensar el cuadrípedo.

En donde más tiempo pasa el autor es en Venecia, una ciudad en la que sólo he estado una vez; ahora dos, con el recorrido en el tiempo y en el espacio de S., de quien fui cómplice en fechorías por un tiempo, extasiado.

Sugiero que lo lean en lugar de que yo les revele algunos de los misterios de anotaciones y raciocinios del francés, pero para que retome un poco de sentido el título de la entrada les adelanto que los fragmentos de ideas y pensamientos son verdaderas muestras del potencial literario; descripciones detalladas que nos adentran en personajes efímeros y sin importancia alguna. Falta de diálogo pues la escena nos lo dice todo y además, por si fuera poco, nos da guía privada por salas de museos por toda la ciudad ahogada con lugar exclusivo para admirar telares inmensos (los más grandes que hasta entonces se habían hecho) y la primera fila en un concierto sin precedentes. ¡Lean, que el verano está aquí!

* Este arítculo se relaciona con De.

De

Se me ocurre hacer una agenda de lo que me parece pertinente (o en otras palabras, lo que quiero) escribir y pensar en los próximos días. Mi pretensión no es tanta como para decidir lo que he de pensar en el futuro cercano pero los puntos que a mi intelecto se le ocurren y a mi alma se antojan como a un niño que recién llega a la playa el nadar hasta el hastío en las profundidades del mar son contundentes.

Algunos de estos temas son:

- De la aldea global y más del calentamiento global
- Del nivel de consciencia de la población mundial
- Del cómo influye la educación en la adquisición de consciencia regional y cívica
- Del quehacer de las organizaciones no gubernamentales y de sus límites
- Del cómo se ve el mar desde un cuento inventado (o desde mi realidad)
- De la filosofía existencialista hecha poema
- Del campo mexicano y sus limitantes
- Del regionalismo mexicano con proyecciones potenciales
- Del servicio social como exaltación del humano
- De Personajes sin utilizar

De Kahlo

Una pequeña muestra de la obra de una de mis artistas favoritas y quien en tantos momentos de mi vida me ha inspirado. Me pareció un buen momento para compartir con todos ustedes algo de ella esperando que refleje un poco de mis sentimentalidad para el raciocinio y comprensión.

Del espacio

No entiendo bien por qué te enojas conmigo. Que llegué e invadí tu espacio de estudio, dices. Cuál estudio, me pregunto. No mal entiendas, que no descalifico el trabajo del chef de repostería y gelatinas, producto que estoy seguro que los mismos cocineros franceses han de envidiar. Por qué me violentas y me agredes, bien sabes de eso; que no se necesita de fuerza física para dañar a un tercero o a un segundo; sólo hace falta una mirada, un empujón y un par de malos comentarios. Yo también estoy contento de verte. Habías pensado que tal vez yo no llegué a distraerte sino que estabas ya en dicho estado cuando arribé y que por el contrario tu me distraías a mí de la iniciativa privada (osea que era una actividad personal) a la que me aposenté. Tanta iluminación a veces queda perdida en las propias frustraciones del ser. El mismo Gandhi nos advertiría que la única batalla que vale la pena luchar es aquella que ocurre adentro de tu corazón, no más. Es por eso que no lo tomo personal.

Si el hombre tan solo fuera un poco sabio para comprender que el principio de sus problemas con los otros en sociedad comenzó con la propiedad privada y el pretender que uno es dueño de un espacio o de un tiempo es una falacia vil del sistema en el que nos integramos. Qué decir de las inseguridades que proyectamos como raza al pensar en ello nuestra propia salvación.

Hace un par de años llegué a mi casa para enterarme de que ya no era mía; de que no podía mover un libro y si lo intentaba corría el riesgo de sufrir las consecuencias. También ese día se me anunció que yo no vivía más ahí y que mi estancia era meramente temporal. Aunque me costó aguantarme las lagrimas un rato, hasta verme en un lugar seguro para expresar mis sentimientos, lo aprehendí (con h muda) y lo comprendí. Hice parte de mi ser que de ahora en adelante mi casa no era mi casa, qué decir de que el hogar fuera dulce en absoluto.

Si bien fueron bastantes los meses que protesté silenciosamente (aunque las acciones hablan más fuerte que las palabras mismas) de nada sirvió mi propio castigo y por ello lo abandoné. Me entregué de lleno a mi corazón y repelí de él todo lo que le dolía, pues entendí que la vida es amarga para el que no endulza su camino y le es empalagosa al que no respeta el simplismo y el sabor natural.

No te apures, yo comprendo que hay las noches. Por eso procedo a expresarme, a racionalizar mis sentimientos y me dejo llevar a la cama, porque así dejo que la cotidianeidad lave lo que a nosotros nos da flojera.

Luz cantora

Algunos agradecen a la presión por permitirles trabajar de manera más constante y congruente con lo que desean y quieren obtener como resultado. En lo personal nunca he sido del club de esperar hasta el último momento, por el contrario suelo ser de gran iniciativa y me gusta adelantarme en el quehacer. Esta noche, particularmente, lucho contra el reloj. Me contestarán que quién no está luchando contra el tiempo en la vida, pero mi argumento es en lo mínimo filosófico lector; es que se me acaba la pila del ordenador y no veo la hora de conectarme para publicar lo mucho que sucede en mi cabeza.

Comenzaron a golpear unos tambores con sagacidad y sigilo; casi era imposible imaginar que hacían falta más de cincuenta hombres para lograr el cometido. Sin embargo, la imagen era pulcra, silenciosa y demandaba la mayor atención del público. Una tela roja se desenvolvió por el escenario y una mujer colgaba de una punta de ella. Siempre pensé que a los europeos les gustaría cuestionarse con las muchas imágenes que se podrían interpretar; veo que hay los turistas perdidos que también lo hacen, cual si compartieren la cuna blanca y privilegiada.

Apareció una segunda figura en proscenio, esta vez era un hombre con el torso descubierto y telas que envolvían su pelvis; vestía al igual que ella color rojo. Contrastante claro está con el fondo negro y tupido como la noche. De pronto, en el centro brilló una luz que invitaba a un tercer personaje, la cantante, a deleitarnos con la voz melodiosa que nos ofrecía. Hablaba en portugués, idioma europeo claro. Ella vestía de verde, con una trenza de grueso cabello negro cayendo por su hombro derecho y con unos lindos ojos grandes y obscuros. ¿Mencioné que en el centro brilló una luz?

Guerra contra el narcotráfico

Es actual. No se sientan como en sociedad veinte años atrás, por favor.

Estoy atascado en un terrible embotellamiento en la autopista de México – Toluca con harta neblina y un poco de nieve. En lo que lentamente avanzo (dejen de lado cualquier símil con la vida personal) me pongo a pensar en el tan desgastado y polémico debate del narcotráfico en nuestro país. Como buen internacionalista me toca analizar desde un nivel sistémico que me permita entender lo que nos aqueja y su impacto de mejor manera en el globo.

Me preocupa como siempre el estado de derecho mexicano. El problema, como lo anuncié hace ya casi un año en una mesa redonda denominada “México y el estado de derecho tras la elección presidencial de Felipe Calderón”, es lo que puede ocurrir cuando las leyes no se hacen cumplir; es decir, cuando no existe un estado de derecho. Y la pregunta que nos es obligada es: si no vamos a cumplir las leyes, ¿para qué las tenemos?

Gobernadores, senadores y la clase política federal anunció hoy por doquier que el ejército es el único capaz de entrar a dicha guerra. Y por supuesto, pues hoy día tanto políticos como policía se encuentran más inmiscuidos con los mismos traficantes que no hay mucho para donde hacerse. Ahora bien, ¿por qué es tan preocupante que se entremeta el ejército directamente? Sencillo: si el ejército resulta ser un fraude y no se logra llegar a una solución a los problemas que nos aquejan, la única institución respetable y respetada que le queda al Estado mexicano se vendrá abajo. Y entonces, ahora sí… No de a gratis, amigos lectores, hoy se creó ex profeso una nueva institución que piensa hasta cierto punto cubrir la espalda del ejército; hablo del denominado Cuerpo Especializado de Fuerzas Federales (CEFF) y créanme cuando les digo que en los futuros meses vamos a escuchar harto de dicha CEFF.

Bueno, ¿y qué representa esto para México desde una óptica global? Como anuncié en un principio, lo más preocupante es que ante la comunidad internacional se entiende que el Estado mexicano es uno no existente y conlleva como es de suponerse, impactos políticos y económicos.

Además, le da razones a los gringos para desconfiar de nuestra propia seguridad haciendo así posible interferir de manera directa, independientemente de si nuestro gobierno los invite de antemano o no. También le permite atrasar ciertos temas harto importantes como lo es la migración o el ideal del Tratado de Libre Comercio que sería una región abierta en todos los sentidos y por ello, de libre tránsito.

Es ingenuo intentar resumir el análisis en apenas unos párrafos mas estos sirven de libertadores de mis emociones y pensamientos, haciéndolos entonces útiles en su totalidad.

Fotos Verdes




















FOTOS
Aquí algunas fotos de la marcha del Parque México el pasado sábado, aunque como saben no pude asistir personalmente.

Civilización, cultura, exclusión y violencia

MAÑANA Martes 8 de mayo voy a ir a la mesa redonda "Civilización, cultura, exclusión y violencia" con motivo de la presentación del libro Norbert Elias y los problemas actuales de la sociología de Gina Zabludovsky.

Según Mater,
Norbert Elias es un excelente sociólgo fránces. Me dice que lo poco que ha leido de él le ha inspirado para dar explicación a cómo surge la civilización o cómo se intitucionaliza un deporte, como el futbol, convirténdolo en un gran mercado mundial.

Participan Antonio Delhumeau, Fátima Fernández Chistlieb, Federico Reyes Heroles y Modera Joaquín Diez-Canedo, a eso de las 18.30 horas en la Librería del Fondo Rosario Castellanos, en el Centro Cultural Bella Época en la Condesa, pa' los que se interesen.

Parlamento del MERCOSUR

En los últimos días he tenido demasiadas ganas de leer a Eduardo Galeano una vez más, alguno de mis discursos favoritos, no sé. Pero en realidad no llego a él pues me distraigo entre Sartre y otros cuentos. Mi entusiasmo hoy se ve elevado con el maravilloso trabajo que ha realizado el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) pues hoy inaugura su nuevo parlamento que el próximo martes tendrá su primera sesión y las mantendrá en Montevideo mensualmente.

Siempre me he preguntado qué pasa con México que no aparece en ningún lugar para dichos temas. Como lo he repetido hasta el cansancio, si nuestro país supiera integrar la doble posición que puede (y en mi opinión debe) jugar, otro cuento sería. Por un lado, inserto en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podría actuar como mediador entre Norteamérica y Centroamérica y Sudamérica. Posición que no incomodaría ni al uno ni al otro. Por principio, Centroamérica dejaría de lado sus temores de firmar tratados de libre comercio con la potencia del norte, y podrían mantener las ventajas económico-comerciales por medio de México. Además, veamos por ejemplo el caso de Chile, que es muy feliz con un tratado de libre comercio con Estados Unidos y al mismo tiempo es un socio del MERCOSUR.

¿Por qué no aprendemos de las lecciones de la historia, o de nuestros vecinos al menos?

Otro fin de semana

En Argentina, a principios del siglo XIX no era obligatorio votar. Además, desde que uno se apuntaba en el padrón electoral hasta el momento de emitir el sufragio, el ciudadano se veía obligado a demostrar interés y diligencia para efectuar dicha acción.

Me suena a como que deberíamos implementar algo similar, ¿no?. Pues la verdad es que no entiendo muy bien el por qué obligamos a todos los ciudadanos a votar y no exigimos, por el otro lado, que se encuentren enterados de una forma mínima. Ya bien es sabido que es más fácil criticar que hacer…

El fin de semana fue uno de descanso y de alejamiento de cualquier tipo de acción pensante, por ello el tiempo que ha pasado desde que publiqué por última vez.

Sin embargo, para nuestra estimada ciudad fue un fin de semana harto largo y atareado. Recordemos, por principio, que son tiempos de lluvias otra vez, lo cual representa movimiento per se. Pero además, aunque caigan chubascos sólo por la tarde, conmemoremos que nos acercamos a las fechas en donde hace casi un año por poco dábamos patadas de ahogado con tremendo granizo.

Después, el sábado, fue la marcha por la despenalización de la mariguana en el parque México, en la colonia Condesa. Aunque no pude asistir por causas de fuerza menor, me enteré que el día transcurrió sin novedad más que tres detenidos que terminaron en el Ministerio Público por posesión de drogas.

El fin de semana terminó con la demostración desnuda en las fotografías de Tunick en el Zócalo capitalino. Me pone über feliz el hecho de que aunque nuestra sociedad sea una tan conservadora, del arte aún se logren vías subversivas para expresarse y con el apoyo de al menos unas siete mil personas en lo que parece fue la obra más grande del fotógrafo norteamericano. El hecho de que se haga en el zócalo, en donde los poderes de nuestro país conviven costado a costado del cuadro principal, además, indica un mensaje sublime para éstos. En dicho mensaje, el receptor número uno, sin duda, es la iglesia católica mexicana, aunque no lo quieran escuchar a uno.

Y si usted, querido lector, tuviera a la institución de la iglesia en frente, ¿qué le diría?