Los blogs y sus dueños

Lo estuve pensando seriamente en el tiempo que he tenido entre mis manos; llegué a la conclusión de que las sospechas de Yunuén en cuanto a los que tenemos blogs son erróneas. Por el contrario, creo que tener un blog y poner un entry diario mantiene al psicólogo lejos (an entry a day keeps the shrink away!). No que me mortificara mucho lo que ella piense el respecto, simplemente me pareció prudente contestar sus dudas.

Ahora bien, los días pasan sin gran cambio más que el descanso ya bien merecido. He estado comiendo como rey, lo tengo que admitir. He dormido como hace años que no lo hacía y llegado más de una vez los números de dos dígitos. He mandado algunas cartas en el correo tradicional, otras tantas vía electrónica. Hoy fui a comprar algunos prohibidos cohetes y luces de bengala para quemar con mi hermana por la noche. Los regalos se encuentran listos bajo el arbolito para mañana. Hice unos buñuelos que no quedaron mal, son de piña y de miel de maple. Me encanta la idea de que obscurezca temprano; tengo que regresar a casa y mantenerme ahí. Me tiro en el sillón de la sala y observo por horas la chimenea mientras recibo calor de ella. Después busco alguna tontería en internet, y cuando ya no puedo más del aburrimiento me voy a ver alguna buena película... I wanna fucking tear you apart!

Estoy ansioso porque creo que será un buen año. Como los regalos que esperan bajo el árbol, no puedo aguantar más por empezarlo. Pero como todo lo bueno tarda, como el vino que con los años añeja, hay que darle tiempo al tiempo y aguantar un poco más ahí. El jueves fui con Andrea a ver el Cascanueces con motivo de las festividades. El viernes comí con Chito y Ceci para festejar sus respectivos cumpleaños. A mí me gustaron mucho sus regalos. A veces pasa que le gustan más a uno los regalos que a quien se los das; no sé si sea porque soy malo comprando cosas para los demás.

Me compré un sombrero de lo más chistoso y no me lo quito ni para dormir... estoy tranquilo.