Viva la vida

Disculpen estimados lectores y aficionadas... no he tenido mucho tiempo para escribir en estos días por estar sumido en lecturas de distintos géneros. Pero teman no, pues en los próximos días estaré publicando datos de lo que he estado leyendo. Por lo pronto, los dejo con una invitación que suena la mar de interesante...

Les invito, además, a en los próximos meses adquirir una copia de la revista de ContactoUDLA pues estaré publicando en ella una nueva sección de política internacional entendida desde diversas ópticas, transdisciplinariamente. Les dejo también un par de buenos vídeos...




Y por último les digo que estaré arreglando la imagen de este blog para insertar nuevas herramientas, para hacerlo más dinámico. También estamos trabajando en varios documentos dentro de Espolea A.C. que estoy seguro que les interesará. Estoy pensando en comenzar mi vida de viajero nuevamente, lo que significa que tendré muchas historias más que contar.

Reitero que dejen sus pilas en los contenedores para ello, sí funcionan y funcionan harto bien. Yo ya he dejado unas 40 pilas de todos los tipos (qué quieren, soy usuario asiduo). Y la carga moral reduce en demasía.

Dejenme sus comentarios, me gusta leerlos. Quiero saber qué piensas, a estas alturas, de lo poco que tengo que decir. Te gusta o te aburro. En qué fallo al comunicar mi mensaje o qué es lo que más te divierte. A tu juicio, cuál ha sido mi mejor entrada...

¡Viva la vida!

PATRIOTISMO VS. INDIFERENCIA = PERFECCIÓN.

Vamos a celebrar la estupidez humana,
la estupidez de todas las naciones
a mi país y a su corte de asesinos,
cobardes, estupradores y ladrones.
Vamos a celebrar la estupidez del pueblo,
la policía y la televisión.
Vamos a celebrar nuestro gobierno
y nuestro estado que no es nación,
celebrar las juventudes sin escuela, las crianzas muertas.
Celebremos nuestra desunión.
Vamos a celebrar "Eros" y "Tanatos"
"Persephone" y "Adres".
Vamos a celebrar nuestra tristeza,
conmemorando nuestras vanidades.
Vamos conmemoremos como idiotas
cada febrero y feriado,
todos los muertos en las calles.
Los muertos por falta de hospitales.
Vamos a celebrar nuestra justicia,
la ganancia y la difamación.
Vamos a celebrar los preconceptos y el voto de los analfabetos.
Conmemorar el agua sucia y todos los impuestos,
quemadas, mentiras y secuestros.
Nuestro castillo de cartas marcadas
el trabajo esclavo, el pequeño universo,
toda hipocresía y toda afectación, todo robo y toda indiferencia.
Vamos a celebrar las epidemias y festejemos al campeón.
Vamos a celebrar el hambre
y no tener a quien oír y nadie a quien amar,
seguir alimentando las maldades.
Vamos a aplastar a un corazón.
Vamos a celebrar nuestra bandera.
Nuestro pasado del absurdo glorioso.
Todo lo gratuito y feo, todo lo que es normal.
Vamos a cantar juntos el himno nacional.
La lagrima verdadera,
vamos a celebrar nuestra nostalgia,
conmemorando nuestra soledad.
Vamos a festejar la envidia,
la intolerancia y la incomprensión.
Vamos festejemos la violencia y olvidemos a nuestra gente
que trabajo honestamente la vida entera
y ya no tiene mas derecho a nada.
Vamos celebremos la aberración de toda nuestra falta de conciencia,
nuestro desprecio por la educación.
Vamos celebremos el horror de todo esto con fiesta, velorio y cajón.
Esta todo muerto y enterrado ahora,
ya que también podemos celebrar...
Ven mi corazón esta con prisa.
Si la esperanza esta dispersa,
es la verdad que me libera,
basta de maldad y de ilusión.
Ven, amar es una puerta abierta.
Va llegando la primavera.
Nuestro futuro recomienza.
Ven que lo que viene es perfección.

El Observador

No me pide nada a cambio

De lo que da, dice Milanés. En estos días de tanta lluvia en la capital siento como si hubiéramos tomado el camino herrado desde hace tanto tiempo. Creo que nuestro mundo está jodido por la ignorancia de muchos y por la envidia de pocos.

Migrantes de la Pobreza

Migrantes de la Pobreza, de Víctor Ronquillo, es un libro que nos ofrece apenas un par de números duros en cuanto a la migración en ambas fronteras mexicanas –la del norte, principalmente la de Tijuana y la de San Diego, y la del sur, entre Chiapas y Guatemala. Si bien en realidad el libro no nos ofrece un marco teórico para abordar el tema, creo que en definitiva nos da al menos algunas impresiones de cómo se manejan las mafias de coyotes, gancheros y guías. Cuál es el método para llegar “al otro lado”.

Escrito a manera de narrativa, entrevista y a veces incluso como si se leyese una novela (uno esperaría que fuere un libro de ciencia ficción), este libro nos abre los ojos y nos introduce a un tema bien conocido. A pesar de dicha información generalizada, pocos logran ver las implicaciones políticas, económicas y sociales que puede llegar a tener la problemática.

Ya sea a nivel interno, local o nacional, a nivel regional, en el marco de Tratado de Libre Comercio con América del Norte o incluso a nivel mundial, la diáspora masiva del cono sur con dirección al norte es preocupante. Raúl Prebisch lo describiría como la periferia en su inmenso afán de acercarse al ideal, migrar sin obstáculo hasta conseguir el centro. Migrar o huir, ¿de dónde? No es necesario delimitar las fronteras en un mapa, es claro que la migración es hoy desde un solo punto: la pobreza.

Recorriendo juicios que no entienden nada de derechos humanos, extradiciones, quesadillas y gorditas en la calle 14 de la inmensa ciudad de Nueva York, organismos no gubernamentales y hoteles sin dueños en la frontera norte, este libro nos deja una interrogante segura: ¿Qué sucede en el senado de Estados Unidos que no se termina de pasar una ley migratoria?

La Reina Albemarla

¿Está usted interesado en un gran viaje por la Italia moderna? Tenemos la respuesta para sus deseos: precios módicos y descuento de estudiante con credencial de estudiante; no es necesario perder clases ni hay exigencias de visa. Un requisito solo: tener alma aventurera.

ADVERTENCIA: “Si usted piensa que nuestros abuelos tuvieron gustos y dichas que nunca conoceremos, ni nuestros hijos, puede ser un cliente para Italia. Pero si cree que el vino de Burdeos es mejor hoy que en 1780 y que por lo demás en aquella época no había viñedos de marca ni nombres controlados, si cree que yo puedo gozar de todos los gustos de que ellos gozaban y que ellos no podían subirse a un avión, entonces usted perjudica al comercio italiano”.

Esta serie de fragmentos de Jean-Paul Sartre nos invitan a un viaje por la bota itálica, permitiéndonos oler el cielo azul de Nápoles, escuchar el tumultuoso escaparate romano y sentir en carne propia la magia veneciana y sus románticos canales. Encabezado por un título sin más raro y un poco dudoso, es por medio de este libro que un estudiante destinado a pasar sus días veraniegos en un aula de clases puede permitirse viajar y quizás conocer tierras exóticas y desconocidas para él.

“El turismo parte de la idea de que la muerte es una pérdida total” dice Sartre y con ello nos inicia en numerosas aventuras mediterráneas y descripciones detalladas de distintos espacios históricos, escultóricos y llenos de recuerdos para el turista. Ello claro, sin dejar de lado el consabido existencialismo siempre latente en las palabras cargadas de simbolismo del escritor francés.

Cuando se viaja vivimos, algunos incluso gozamos, la cómoda superficialidad de saber o sentir algo diferente pero ser impotentes a comprenderlo, dudarlo o juzgarlo. No vemos la necesidad de explicarnos a nosotros mismos o definir quienes somos en contraposición con el otro; simplemente somos. Sartre dice a ello que “la muerte, el olvido, lo irremediable, las penas de amor perdidas, las ocasiones fallidas, esos son los alimentos cotidianos del turista”. Viajero o turista, no importa. Sin embargo, sí hay un requisito indispensable para el ávido lector que guste adentrarse en este mar de literatura y hundirse en la noche de ideas; tener el coraje para aventurarse y probar algo nuevo. Y tú, ¿te atreves?

Tush

Cuando uno camina una milla hacia el este, también está caminando una milla hacia el oeste”, leía una frase que me dejó pensando durante harto tiempo mientras observaba el tronco de un árbol en el parque. He decidido que debo salir más a leer a lugares públicos, en específico aquellos que me permiten ver la poca naturaleza que tenemos en la monstruosa selva de cemento en la que vivo. Leí seguido al menos unas tres horas, en la banquita del parque, en la sobra. Me acordé que era un promesa que me había hecho hace mucho. Pero el presente es lo que cuenta, pues es el conjunto del futuro y el pasado que se dedica en su plenitud con cada segundo que ocurre.

Mi hermano me enjaretó a su nuevo perro todo el día. He de confesar que después de un corto paseo y de que me acompañara en mi meditación, el animal que cayó bien. En el segundo round de vueltas al parque hasta me entusiasmó porque me di cuenta que en verdad sí es una arma eficaz para socializar. Después, mientras esperaba a que pasara la lluvia bajo un techito de una librería resultó que me convenció y tengo que confesar que aunque no soy animalero el pensamiento de adquirir un perro se mantuvo fijo en mi mente por varios minutos; mientras desfilaban frente a mi chicas guapas que se quedaban a platicar, niños con sonrisas grandes que querían acariciarlo e incluso señores y señoras que deseaban cooperar con consejos de cuidado y alimentación. Ya sé que la moda ya lleva un rato en la Colonia, pero en verdad estoy impresionado; no sabía que funcionara tan bien.

Después de deshacerme del animal me puse ropas de meditación y me senté a darle un espacio a mi mente. He pasado todo el día leyendo, en los distintos rincones en los que he estado de la ciudad. Tengo que decir que en definitiva, la concentración y perspicacia que deja a uno la práctica del zazén es bastante interesante.

Al perro, yo lo re-nombré tush pues en Maya significa ombligo.

El Zoo de los bailarines

Regreso a las andanzas con algunas palabras para ustedes. Anoche fui a ver las Panteras de Berlín, acto recomendado para divertirse un rato. A los interesados, estará todo el mes en El Vicio, Coyoacan. Dice P. que la idea de hacer un símil del hombre con los instintos animales sublimes, que además se muestran por medio de un acto circense no es más que una bofetada a nuestras bajos propensiones… o quizás sólo una palmada en la espalda. En general me entusiasmó ver a P. aún si en realidad no platicamos, me intriga su forma de pensar. Leanlo aquí porque es muy bueno.

Fíjense, mis estimados lectores y lectoras, que finalmente creo que el Senado sirve para algo bueno. O podríamos mejor decir que es la primera vez que actúan de tal forma que veo una incidencia en mi vida diaria –para beneficio– ¡ese es el chiste del milagro! Pues resulta que a partir de este mes, ningún banco puede cobrar comisiones por aperturas de cuentas, retiros de cajera automático o consulta de saldo…

Mater ayer comentó un libro, durante su presentación. Antes de acudir bromeamos con respecto a cómo en México si un libro no tiene una presentación es como si no hubiera jamás nacido. Si de por si el 90% de los libros no ven jamás la luz solar en México, imagínense sin las presentaciones de libro, que tienen el propósito de acercar a los potenciales lectores para que se atrevan a comprar el texto.

En fin, en lo particular el contenido del libro no llama en demasía mi atención. Sin embargo, sufrí ver que los artistas (bailarines) contemporáneos tienen poco de intelectuales o académicos. De los tres comentaristas que hubo, el primero comenzó diciendo “el libro me gustó mucho” lo cual en mi opinión lo descalificó completamente. La segunda hizo un mejor papel, aunque revolvió sus pensamientos y en mi opinión no hubo un mensaje contundente que quisiera ser expresado. Después vino Mater quien habló demasiado aprisa. Al parecer sintió como que había preparado demasiado texto y se vería muy larga en comparación con los dos comentaristas anteriores. Sin embargo, en mi opinión, tuvo una coherencia y deseo de transmitir algo específico. También hubo una metodología y un marco teórico que podía aplicarse en la totalidad. Me pregunté, ¿qué pasa con los artistas de hoy que no son capaces de expresarse con orden y dirección? Cualquier símil con México, como estado, es mera coincidencia…

Sarko beurré comme un petit Lu

Merci a L. pour il video
Apparemment les télé françaises ne l'ont pas diffusé (peut être l'as tu vu néanmoins), ça vient des belges; Le petit Nicolas fais son premier discours international complètement saoul, il est pas si chiant finalement.



Nuestros tiempos

En el corto tiempo que he vivido, la mayoría invertido en espacios postmodernos, me he lentamente dado cuenta que cada día hay menos tiempo. Estos es, con cada minuto y día que pasa, las semanas son más cortas y los años también también. Es una discusión que yo me había negado a tener o a escribir pues aunque la he tenido con varios “adultos”, me parecía sumamente aburrida y fuera de la gracia de mis pensamientos. En fin, caí en la trampa y hoy escribo al respecto.

Siempre me ha parecido tedioso e incluso desgastante sobremanera tener que leer excusas de que alguien no tiene tiempo para hacer algo. Por ello mismo yo prefiero no escribir del tema, pues si te vas a poner a filosofar del tiempo en forma negativa, creo que lo único que haces es perder más tiempo. Es como cuando estás estresado y lo único que haces es quejarte de cuánto trabajo tienes, ¿por qué no mejor utilizar ese tiempo de lamentaciones para algo útil y productivo?

Pero la verdad sea dicha, como al inicio comenté, con cada día que pasa nuestras vidas se vuelven más ajetreadas y nos insertamos en una sociedad que busca cada día hacer las cosas más rápido. Comida rápida, atajos y mejores transportes, facilitadores de trabajo para acelerar el proceso de producción. Con la postmodernidad dejamos atrás el sistema fordisa, ahora hablamos incluso de un postfordismo. En lo personal siempre me pareció irónico que México se fije esta idea, pues ¿no acaso somos el perfecto ejemplo de que a nosotros no nos parece que el tiempo sea dinero?

De cualquier forma, la globalización y la integración con ciertos países que piensan que el tiempo sí es dinero ha ocasionado que nuestra economía y nuestra sociedad lentamente se dirijan a ese destino. Incluso si a nuestra cultura aún no le parece demasiado atractivo. Lo cierto es que las nuevas tecnologías se vuelves obsoletas en cuestión de semanas. ¿A quién no le ha pasado que compra un aparto electrónico y a la semana lo ve más barato porque ya va de salida? ¡Y eso que no vivimos en un país productor de innovaciones del tipo! De igual manera, los humanos nos hemos tornado en productos mercantilistas que pueden ser creados y desechados en cuestión de semanas como decía Jacques Attali. Hoy día, el que no se mantiene al tanto del uso del nuevo software no tiene capacitación para trabajar. Nuestra vida útil ya no es de sesenta años como hace medio siglo lo era. Hoy por hoy, tienes de los 22 a los 35 para hacer algo de tu vida, si no lo lograste estás fuera. ¿A quién le importa el día de hoy que tengas harta experiencia laboral si no sabes utilizar el nuevo programa en el que corre la compañía?

Los autoexcluidos cibernéticos no tienen ninguna oportunidad en un mercado laboral capitalista y globalizado como en el que vivimos. Los migrantes tenemos que mantenernos al día, sino, dentro de algunos años los nativos vendrán a desplazarnos fácilmente. Interesante cómo el proceso parece ser opuesto a lo que sucede entre los migrantes y los nativos en el mundo real, ¿no?

Del cómo influye la educación en la adquisición de consciencia regional y cívica

- ¿Crees que la consciencia en la espiritualidad del globo ha crecido últimamente? Me preguntaron en medio del caluroso transcurso de una autopista.

- No estoy seguro- contesté.

Creo en general que es muy difícil medir la educación particular que ha adquirido cada pueblo o civilización alrededor del mundo. Las ideas y costumbres que pueblan cada espacio son un reflejo directo del respeto que tenemos por nuestro entorno, por la Tierra. Es entonces muy difícil desterrarlas y con ello hacer inválida la religiosidad de cada persona. ¿Cómo medir el nivel de educación de un área particular del globo y con ello la consciencia que ésta tiene de cierto aspecto?

Sé de sobra que es importante vivir el ahora, carpe diem. Ya sé, la frase es trillada, pero no por eso falsa. Hace ya dos semanas que pretendo publicar esta entrada y no veo el fin de ella. Hace también quince días que salí con V. y que le dije mis pensamientos con respecto a su adicción. Es entonces que la primera línea del párrafo me vino a la mente.

Tenemos la falsa idea de que hay que tocar fondo para poder salir adelante. Como ya he dicho, yo creo que eso es un error. Uno puede salir adelante desde donde sea que se encuentre y no es necesario haber visto lo peor de algo para saberse mejor y poder subir a la superficie.

Por la misma razón que nosotros somos movimiento y nos encontramos en movimiento no tenemos más que ser para transmutar y para seguir por el camino en el que andamos. El movimiento somos nosotros y es siempre constante.

Lo impresionante de la vida es que siempre está sucediendo algo, que nunca hay nada sucediendo. Aún más, notemos que todo lo que sucede a nuestro alrededor es único, nunca se repiten dos cosas de manera idéntica. Por ello, cada segundo es importante y es válido por si mismo, porque no habrá en el universo otro momento en el cual coincidan la coyuntura de eventos que acaecen segundo por segundo a nuestro alrededor.

Luchemos entonces por ser cada segundo, cada instante y encontrar la felicidad en lo que nos envuelve en todo momento. La alegría y la tristeza no son sino fracciones de segundo, como lo son la amistad y el amor, que nos envuelven en su totalidad en un instante de la vida, ¡aprovechemos!

Noticia que les dejo es que el último viernes de cada mes, con mezcalitos y entremeses marinos hay proyección en el Parque España. Después, los martes hay películas de terror en la Plaza de la Cibeles No. 17. Los domingos es el turno del Conejo Blanco con sus ciclos temáticos. ¡A disfrutar mis estimados cinéfilos!


* Este arítculo se relaciona con De.

El webmaster

Estoy sufriendo una falta de ingenio para escribir. Comienzo hartas entradas pero no logro concluir ninguna. Pudiera desprender dos tesis de ello: la primera es que no tengo el suficiente entusiasmo o interés en lo que escribo como para motivarme hasta el fin de la entrada. La segunda es que mi profesor A. está exprimiendo mi cerebro entre tantos ensayos y entonces las palabras que tengo de reserva de acaban, hay sequía.

Sin importar lo anterior, empero, me propongo escribir y concluir.

Entonces y gracias al mismo doc A., para que la culpa moral de acusarlo de mi falta de creatividad no sea demasiado grande, entendí una clara explicación de las tecnologías, tan evidente que no la había visto. Ahora mismo explico.

Para las religiones hay un dios, al menos. Para los gobiernos democráticos-parlamentarios hay un presidente o un primer ministro. ¿Qué hay para la grandísima red virtual por medio de la cual trabajamos todos los días? Sencillo: un webmaster. El webmaster nos ayuda, nos corrige y hace que las cosas funcionen, pero cuando él no está, catástrofe segura. A menos de que tengamos los mínimos conocimientos de html o cualquier otro lenguaje de programación básico, podemos quedar por ignotos e inútiles. Dependemos completamente de dicho ser, a veces misterioso.

¿Pero quiénes somos los que nos sentimos incapaces? ¿Todos, algunos, los mayores, los chicos? Esta discusión la tengo seguido con Mater, a veces ella se desespera porque no entiende cómo utilizar su Ipod, porque se le olvida cómo quemar un cd, porque ya no se acuerda como utilizar el programa en que hace apenas dos meses se sentía una profesional, etc. Sin embargo, en asuntos de esta índole, podemos dividir en cuatro categorías generales a la población mundial:

Los autoexcluidos. Para excusarse, Mater dice que no nació en esa era, que es del siglo pasado, que a ella le tocaron los bulbos y la máquina de escribir. A ella, al parecer, se le llama una autoexcluida cibernética pues aunque en muchas ocasiones utiliza dichas tecnologías, es continua la responsiva de “¿yo para qué?”, “a mí eso no me toca, yo no sirvo para eso”.

Otra categoría posible son los excluidos. La diferencia fundamental con los autoexcluidos es que éstos no tienen acceso posible, de manera alguna, a la red o a las tecnologías. Estamos hablando de los lugares geográficos aún no tocados por internet, de las clases marginadas e imposibilitadas para adquirir los servicios correspondientes y de los bosques densos y las cuevas profundas.

Tercero ponemos a los migrantes cibernéticos, como yo. Lo que pasa aquí es que mi generación no nació con internet, no creció en su niñez con celulares, ipods o palms. Los DVDs llegaron a nosotros en nuestra adolescencia, no antes. Somos migrantes que se adecuan y pueden adaptarse a utilizar de manera relativamente sencilla las nuevas tecnologías. Además, hoy vivimos dependientes de laptops, internet, celulares, cámaras digitales y palms siendo que no crecimos con ellos y durante harto tiempo fuimos felices así (no que ahora no lo seamos).

Por último tenemos a los nativos cibernéticos, como mis hermanos menores. Ellos sí nacieron en una era con internet, tuvieron su primer teléfono móvil a los 8 – 9 años, vieron funcionar los Ipods desde sus primeros tiempos y tuvieron juguetes tan complicados para los autoexcluidos como innecesarios para los migrantes.

Qué seguirá ahora, me pregunto. ¿Hay alguna manera de vivir sin la cibernética a la que tanto nos hemos acostumbrado? En lo personal me divierte mucho pensar lo que pasaría si tuviéramos una máquina del tiempo y nos pudiéramos transportar al pasado. Digamos que una decidimos viajar a inicios del siglo anterior (el XX). Me enajena el pensar lo imposibilitados que nos veríamos al saber posibles tecnologías como internet, celulares, computadoras y tantas más, pero al mismo tiempo, no ser capaces de construir ni uno de dichos aparatos. ¿Cuántos de nosotros sabemos cómo funciona un microondas, un tostador o un Ipod mismo? Aún más, ¿cuántos podrían construir uno de ser necesario?

Es definitivamente imposible predecir el futuro. Pero, ¿nos podemos aventurar a imaginar lo que será de las generaciones venideras? Tendrán más tecnología, eso es por seguro. Sin embargo, ¿será esto para bien o para mal?

*Por cierto, que aunque todavía no se instaura un ya necesario día del webmaster, aprovecho para congratular y agradecer al mío por todo lo que hace por mí. ¡Gracias RG!